Esta exposición es el resultado de una investigación de la Comisión de la Verdad de Colombia y la agencia internacional de investigación Forensic Architecture. Por medio del análisis geoespacial, de datos y de imágenes aéreas y satelitales, los investigadores estudiaron tres casos en la historia del conflicto armado en Colombia, cada uno de los cuales explora aspectos específicos de la desaparición. En el caso de la toma y retoma del Palacio de Justicia, analizaron la desaparición forzada de personas y la evidencia que cuenta qué sucedió con algunas de ellas. En el enclave bananero de Urabá, mostraron cómo la desaparición también afecta a la tierra, los paisajes, las fincas y la vida campesina. En el Amazonas, examinaron la desaparición de extensos ecosistemas, las redes de vida del pueblo Nukak y los mundos que allí se han creado.
Las investigaciones aquí presentadas se basan en el trabajo realizado por personas que han vivido las consecuencias directas del conflicto: familias en duelo que han exigido el esclarecimiento de los hechos durante décadas, organizaciones de la sociedad civil y profesionales del derecho. Todos traen consigo diferentes formas de conocimiento y experiencia. Este proceso de esclarecimiento dio lugar a un repertorio de prácticas basado en la participación, el conocimiento situado y la diversidad de formas de saber.
El Museo de Antioquia se suma al esfuerzo de la Comisión de la Verdad y Forensic Architecture y expone Huellas de desaparición en Medellín para que los antioqueños puedan reflexionar sobre estos hechos dolorosos del conflicto armado colombiano, ampliar el diálogo y las conversaciones encaminadas hacia la no repetición de las violencias.
La selva detectada
El resultado de esta investigación es un gran mural que ubica al espectador en el departamento del Guaviare, específicamente en los 37.000 km2 que habitan los pueblos Nukak. Esta imagen, a través de fotos aéreas, mapas y material de archivo, registra cómo ha desaparecido la vida amazónica a causa de la deforestación, la quema, la fumigación, la ganadería y los proyectos de desarrollo que han afectado a esta comunidad indígena desde el siglo xvi con la llegada del colonialismo.
Despojo y memoria de la tierra
Este proyecto demuestra que la violencia contra las personas va de la mano de la violencia contra la tierra. La investigación evidencia que el despojo de tierras ocurrió a la sombra de la represión armada, las masacres y el terror en el Urabá antioqueño.
Los espectadores podrán conocer a través de un software de videojuegos como era el paisaje de Nueva Colonia, un corregimiento del Urabá, antes y después de que ocurrieran las diferentes formas de violencia a las que han sido sometidos los habitantes y el territorio. Esta reconstrucción en 3D se hizo con los campesinos de la zona que fueron despojados o están en riesgo de perder sus tierras. Además, a través de una plataforma interactiva, los visitantes podrán identificar cómo funciona el proceso de acaparamiento de tierras y concentración de la propiedad.
Las cajas negras de la desaparición
Se trata de un análisis de lo que sucedió el 6 noviembre de 1985 con los rehenes que desaparecieron después de la toma y la retoma del Palacio de Justicia. La investigación muestra cómo un escenario caótico de liberación de rehenes, por parte de las Fuerzas Militares, se convirtió durante décadas en una estrategia de encubrimiento de una operación planificada.
Además, se muestra en detalle la forma en que la fuerza pública utilizó la Casa del Florero y el Cantón Norte como puntos centrales de la infraestructura de la desaparición. El resultado es una reconstrucción arquitectónica de los lugares a donde los agentes estatales llevaron a los detenidos catalogados como “especiales” para interrogarlos, torturarlos y en algunos casos desaparecerlos tras la retoma del Palacio de Justicia.