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Persistencia del dogma

Esta sala está compuesta por unas 150 obras y documentos que datan del periodo precolombino y van hasta la contemporaneidad. Están mezcladas y dispuestas de tal forma que creen un diálogo entre sí para cuestionar los propios mensajes que expresan o los propósitos con que fueron realizadas. Algunas de las técnicas abordadas en esta exposición son la pintura, la escultura, la fotografía, la video instalación y el comic.

Para comprender el propósito de La persistencia del dogma, es preciso entender que la cultura del siglo XIX prolongó, reinterpretó y consolidó muchos aspectos de la sociedad colonial; entre ellos, el uso de las imágenes que reflejaban e imponían los valores y normas con las que se controlaban los comportamientos individuales y las prácticas sociales. En esta fábrica de representaciones, se moldearon valores como lo bueno y lo malo, lo masculino y lo femenino, lo puro y lo impuro, lo humano y lo animal, lo civilizado y lo bárbaro, lo blanco y lo negro; categorías que con sus oposiciones conformaron la sociedad colombiana.

Estas representaciones no son cuestiones del pasado. Al contrario, fundamentan la cultura y la experiencia visual contemporánea. Ahora, actúan no solo como experiencia de fe y creencia, sino también como una forma de vida que perpetúa un orden político. En este sentido, la exposición de esta sala propone entender estas imágenes más allá de sus facetas dogmáticas.

Para hacer esta relectura desde una mirada contemporánea, es necesario darles a las imágenes un nuevo contexto, con el propósito de crear un intercambio visual entre obras y objetos que permita entenderlos a través de otras connotaciones que implican re-pensar la historia, no como verdad absoluta, sino como construcción e interpretación. Lo que dice o calla la imagen colonial y

republicana se convierte en el eje sobre el cual dialoga el arte contemporáneo como artefacto de crítica institucional.

La cultura barroca y colonial, que da origen a esta identidad, incentivó el culto a lo que el catolicismo llamaba las Postrimerías: cielo, infierno y purgatorio. Estos tres conceptos siguen creando una mirada del mundo y permiten abordar los problemas contemporáneos. Entonces, esta sala se estructura a partir de estos ejes: “El cielo (ordena el suelo)”; “El purgatorio (es ahora)” y “El infierno (son los otros)”.

Guía de la exposición

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