Espacio:

La pintura está construida en un solo plano, las proporciones de la figura están de acuerdo al canon manejado por el artista y las formas asociadas (sombrero, vestido) están en relación proporcional con ella. La figura está ubicada en el centro del cuadro, por lo que la distribución del peso es equilibrada. Su posición marca una direccionalidad ascendente.

Forma:

El dibujo es naturalista. Para el rostro las líneas son sinuosas, cortas, delgadas y seguras. Siendo de mayor calibre y longitud en los ropajes. El ritmo, suave y pausado ,está determinado por las líneas que generan el volumen de las formas. El contorno que esquematiza la figura representada es un triángulo.

Color:

Los tonos predominantes son el marrón, café, ocre, piel, rojo, negro y gris, siendo los más saturados el marrón y el negro. La luz es difusa y no puede distinguirse una fuente que marque una dirección definida. Se utilizan desaturaciones y degradaciones en los tonos para modelar el volumen de las formas y objetos representados. El rostro y el traje son los focos lumínicos más sobresalientes. La textura es óptica o plana, dada por los trazos del material (pastel).

ANÁLISIS HISTÓRICO:

En la pintura Colombiano, el personaje usa un vestido compuesto por saco, camisa, sombrero y corbata, vestido que corresponde al diario de los hombres de clases medias y altas de la época, lo mismo que el bigote y el pelo cortos. Lo anterior se evidencia en las múltiples fotografías que de la sociedad medellinense se hicieron por fotógrafos como Benjamín de la Calle y Melitón Rodríguez, las cuales ilustran los ritmos y hábitos de las personas que habitaban el valle de Aburrá en dicha época.