Hoy despedimos a la artista Sophia Vari, quien compartió la vida y el amor por el arte con Fernando Botero durante más de cuarenta años. La promotora de las donaciones que el maestro le hizo a Medellín y Bogotá.
Esta artista nació en Atenas, en 1940. Tres meses después viajó con su familia a Suiza huyendo de los estragos de la Segunda Guerra Mundial. No sabía ni una sola palabra en griego cuando regresó a su país luego del exilio. Siempre supo que quería ser artista. En la década de 1960 estudió en la Escuela de Artes de Paris. Su obra se centró en la pintura, la escultura monumental y los collages en tres dimensiones.
A Sophia le gustaba lo abstracto. Empezó pintando y luego encontró en el cincel la herramienta perfecta para crear esculturas monumentales, que en muchas ocasiones fueron exhibidas en importantes museos y en las calles de París, Roma, Montecarlo, Pietrasanta, Madrid, Atenas, Cartagena, Baden-Baden, Torino y otras ciudades. También se dejó seducir por la joyería, diseñaba cada pieza con cuidado, para ella eran “esculturas portátiles”.
Expuso en el Museo Ludwig de Koblenz, Alemania; el Palazzo Vecchio de Florencia, Italia; el Palacio Bricherassio de Turín, Italia; el Museo Benaki de Atenas. Además, sus obras han estado incluidas en colecciones públicas de todo el mundo.
Sus esculturas monumentales serán expuestas en el Park Avenue en Nueva York y en el Museo de Antioquia tenemos la fortuna de tener una de sus obras: “La raíz y la noche”, un collage que está exhibido en la sala “Botero 90 años”.
Fueron 83 años de vida dedicados al arte. Honramos su memoria y acompañamos a su familia en esta despedida.
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